Todo nos encantó, las instalaciones, la atención recibida de parte de Dana Paola del área de alberca y restaurante, Guillermo que andaba por todos lados, Celso en el área de playa, Victor y David del snack bar y muchos otros más. Comidas y bebidas excelentes en todos los restaurantes y bares del hotel.
La playa es casi de pura piedra, recomendamos llevar zapatos para nadar en río y poder disfrutar del agua del pacífico.
El único detalle es con la atención en el área de consierge, que aunque son muy amables no son proactivos, no nos comentaron de una cena especial que habría y no pudimos reservar así que nos la perdimos, tampoco nos dijeron que uno de los restaurantes estaría cerrado dos días así que tampoco lo pudimos conocer. Nos invitaron, con la finalidad de vendernos una membresía, a un bar privado dentro del hotel, que cuando fuimos no tenía servicio. Ese tipo de detalles amargaron un poquito lo que en general fue una estancia excepcional.