La verdad esperaba un desayuno más completo como la vez que nos quedamos en San Diego, razón por la que reelegimos este hotel. Sólo tenía para wafles-pan y cereal. La gente ahí tenía pulseras en los pies de convictos, se la vivía drogada, todo el pasillo olía a marihuana, no me asusta pero iba con mi hija de 2 años. La luz del cuarto nunca sirvió, se le comentó a la chica que estaba en recepción, iban a hacer el cuarto cada dos días, eso no dice en la página. La habitación olía a mucha humedad.
Si bien accesible la ubicación, a 10-15 mins de todo, todo lo demás muy mal.
La alberca por lo mismo de la gente que estaba ahí ni le intentamos.