Perfecta ubicación para moverse por todo Manhattan incluso caminando. Zona tranquila y sin el ruido de las grandes avenidas.
Las habitaciones justas de tamaño, aún cojiendo una doble para 4 personas, las camas muy cómodas, el A/A y el agua caliente del baño van perfectos, en general todo muy nuevo.
El personal correcto, lo que se reclamó en ocasiones, lo resolvieron sobre la marcha.
La limpieza la justa, aunque creo que es algo habitual en los hoteles en verano por la alta ocupación.
Algún problema con el suministro de las cápsulas de café, la reposición del minibar o amenities del baño, pero que como digo se resolvieron pronto con una llamada a recepción, aunque son pequeños detalles, no deberían pasar en un Melià de 4 estrellas.
Tienen un buen Gym, con vistas a la ciudad.