La atención de las 2 señoritas recepcionistas fue nada ameno, era como si les estuvieras haciendo el favor, nada cálidas ni atentas, hicieron su trabajo pero muy deficiente atención, el demás personas con los que me encontré de camino a mi cuarto mucho más atento que ellas. En la regadera el agua se estancó, no bajaba, la iluminación del mismo baño parpadeaba como si se fuera a fundir y en la recámara, un foco estaba fundido. Independiente a esto, la habitación era agradable.