El hotel es bonito, nuevo, limpio, buen desayuno, bien ubicado. Pero el servicio es PÉSIMO. Especialmente de Carlos de Recepción. Es un misógino, atiende pésimo a las mujeres. No dice gracias, por favor, no sabe ver a los ojos, no conoce la expresión con gusto. Es una persona nefasta. Y se especializa con las mujeres a tratarlas como basura. Es la peor persona de servicio al cliente que he visto. Y las mucamas que sirven el desayuno igual, súper maleducadas, parece que les molesta que haya huéspedes. Pésima experiencia de servicio al cliente la verdad. Los muchachos de la puerta si son muy amables, seguramente son extranjeros.