El hotel está excelentemente bien ubicado, sólo tomas un tranvía a media cuadra y en 2 min estás en ALEXANDERPLATZ. O si prefieres caminar sólo 10 min máximo a Alexanderplatz. El personal es grosero (señor de recepción más o menos) pero las camarareas son lo PEOR, groseras, abren el cuarto sin siquiera tocar, no hacen nada de limpieza ni orden, sólo tienden la cama con mala actitud. Fuimos muy limpios y ordenados, pero una simple basura de barra que estaba sobre el escritorio, ni siquiera la recogió. Las toallas las dejan igual y no las cambian. Si recomiendo el hotel por su UBICACIÓN Y PRECIO, habitaciones un poco más grandes del promedio y doble puerta y black out para descansar muy bien. El carácter de los Alemanes no es sólo del personal del hotel, sino en general. Así que sólo es ese detalle. La limpieza de la ducha pudo haber sido mejor también. Le doy un 8.