A la llegada nos recibieron maravillosamente, nos pusieron un refresco y nos explicaron todo lo que podíamos hacer en Barcelona. Nos acompañaron y nos enseñaron la habitación, había zona común de estar con nevera y cafetera. La habitación un poco pequeña pero confortable, con una pequeña terraza con mesa y 2 sillas. El baño no estaba demasiado limpio a la llegada, y el suelo estaba mojado continuamente por alguna fuga que había en el lavabo, y la puerta del baño no cerraba al estar hinchada del agua. La decoración muy retro, curioso. La zona céntrica con el metro al lado del hotel. Nota media de 4.