Pasamos 4 noches, se trata de un pequeño inmueble en el pleno centro de la ciudad, bastante nuevo y estiloso, muy cerca de la estación de donde parten los trenes regionales medio ideal para visitar otras ciudades de la Toscana. El frigorífico es notoriamente mejorable (tamaño ínfimo) optamos por no usarlo desde el primer día, tiene varias plantas pero no dispone de ascensor, los que no quieran escaleras en la planta primera disponen de 4 habitaciones. Tuvimos una cama cómoda, nuestra habitación daba al interior y no tuvimos ruidos. El desayuno lo ofrecen en la cafetería de en frente riquísimo capuchino con croissant relleno y zumo envasado que sirven con la gran amabilidad típica de Florencia, ligero pero suficiente a los de buen apetito les permitirá llegar al almuerzo con puntualidad.