Nuestra experiencia en este hotel fue excelente. La ubicación es inmejorable, ya que está cerca de todo lo que un turista podría desear. Pudimos caminar a cada uno de los destinos principales dentro de la histórica Edimburgo, lo cual fue muy conveniente y enriqueció nuestra visita.
El desayuno fue uno de los puntos más destacados de nuestra estancia. La variedad es impresionante, con muchas opciones para elegir, y lo disfrutamos muchísimo. Además, ofrecen diferentes bebidas incluidas, y el chocolate caliente, uno de nuestros favoritos, fue un toque especial que realmente apreciamos.
El personal fue increíblemente amable y atento, siempre dispuesto a ayudarnos con una sonrisa. La habitación fue muy cómoda, con servicios de gran calidad que hicieron nuestra estancia aún más placentera.
Sin duda, es un lugar al que queremos regresar. No dudaríamos en escoger este hotel nuevamente para futuras visitas. ¡Lo recomendamos ampliamente!