El chico que nos atendió ( qué creemos que era el dueño) nos recibió súper cálidamente con un té verde, luego nos llevó a nuestra habitación y nos explico todo lo necesario. Al llegar nos habían dejado una notita de bienvenida, los futones eran súper cómodos, la calidad de las sábanas y las toallas era excelente, la habitación estaba súper limpia, aunque el baño era compartido, lo teníamos a lado y estaba súper limpio, lo cual para nada fue un problema. El desayuno estuvo delicioso!!! Y si es día lluvioso, te prestan paraguas súper bonitos y coloridos. Sin duda, volveríamos y lo recomiendo muchísimo!!!