Ubicado entre la zona céntrica y una más residencial, es un lugar perfecto para visitar Groningen, sobre todo en bicicleta ya que no está cerca de la estación central. Se intuye que la intención del establecimiento es que los visitantes se mezclen con los locales en espacios creados para ello tales como salas de juegos, reuniones y gimnasio, aunque sinceramente no vi que funcionase, tal vez debido a la temporada estival. La habitación era muy agradable, moderna, con ventanas grandes que te conectan con la calle.