Mi experiencia en este hotel no fue la esperada. Desde mi llegada, noté que las instalaciones reflejan una considerable falta de mantenimiento. Las habitaciones presentan un mobiliario visiblemente antiguo, con paredes deterioradas y la limpieza general deja mucho que desear, lo cual resultó bastante incómodo.
Adicionalmente, las áreas comunes se perciben descuidadas, lo que transmite una sensación de abandono. Es evidente que el lugar necesita una renovación integral, tanto en lo estético como en lo funcional, para garantizar una estancia confortable a sus huéspedes.
Entiendo que cada hotel enfrenta retos operativos, sin embargo, considero importante señalar estos aspectos con el ánimo de que puedan ser atendidos. Estoy segura de que con las mejoras necesarias, el hotel podría ofrecer una experiencia mucho más grata.