Llegamos al hotel y la recepción cerrada tenías que llamar para que te atendieran pero hasta las cinco no te atendían. El chico de recepción nos pide que le hablemos en inglés ( curioso estando en Francia y nosotros sabiendo hablar francés), no encuentra nuestra reserva para una habitación cuádruple reservada tres meses antes. Tarda unos 15 minutos en darse cuenta que están los datos cambiasos,(nombre por apellidos)) Nos informa que el baño de la habitación tiene un problema con la cisterna que se reparará al día siguiente. Subimos a la habitación y el agua llega a la puerta, literalmente. Bajamos a recepción sube a comprobarlo y llama por teléfono al personal de limpieza y les grita ( en francés). Como solución nos ofrece una habitación triple.( Pero somos 4). O anular la reserva. Después de intentar gestionar la anulación que no pudimos hacer vía telefónica, porque la centralita no tenía esa opción, nos ofrece dos habitaciones dobles sin cargo adicional. Al subir a las habitaciones descubrimos el estado en el que se encuentran. Algo ancladas en el diseño de los 70. La comodidad justita y los baños con plato de ducha como añadido con el paso del tiempo.