El acceso a la cala una maravilla, el hotel tiene esa baza. Pero por lo demás nefasto: gestión deficiente, mucho ruido en el hotel en general, pero sobretodo con niños correteando por los pasillos, cuya limpieza no es que sea cuestionable, sino inexistente.
El resto de la habitación sucia, manchas en las paredes de origen desconocido, pero certeramente desagradables, arena en el suelo desde la entrada... no hay por donde cogerlo.
Como toque final el enganche donde engancha el pestillo de la puerta roto, dando una sensación de inseguridad constante...
El bufet correcto, variedad y razonablemente bueno, pero sabiendo lo limpio que estaba el resto, no pondría la mano en el fuego.
Una experiencia para aprender.