Warm and cozy, close to everything in Tumbaco.

La mini casa se encuentra entre los majestuosos árboles de aguacate, como un refugio acogedor en medio de la exuberante vegetación. Desde afuera, apenas se puede divisar su fachada, en armonía con el paisaje circundante. Las ramas frondosas de los árboles proporcionan una sombra reconfortante sobre la pequeña morada. Al entrar, el aroma fresco y verde del aguacate inunda los sentidos, envolviendo el espacio en una atmósfera tranquila y rejuvenecedora. El interior, aunque compacto, esta cuidadosamente diseñado para aprovechar al máximo cada centímetro cuadrado. Las ventanas permitían que la luz natural se filtrea, iluminando suavemente el ambiente y destacando los detalles artesanales de la decoración. Desde el jardin, se puede ver cuan cerca esta de los centros comerciales, donde las luces brillantes destellaban entre los edificios modernos. A pesar de la cercanía, la paz reina en la mini casa, alejada del ajetreo y el estrés de la vida urbana. La parada de autobuses esta a solo unos pasos de distancia, ofreciendo la posibilidad de explorar la ciudad sin necesidad de un vehículo propio. El sonido ocasional de los motores y el sonido de los pajaros en la manana, recordando la conexión sutil entre la tranquilidad del hogar y la energía vibrante del mundo exterior. Los restaurantes cercanos ofrecen una variedad de sabores y aromas tentadores, invitando a los residentes de la mini casa a disfrutar de deliciosas experiencias gastronómicas a poca distancia de su puerta. Ya fuera un brunch relajado entre amigos o una cena romántica bajo las estrellas, siempre había una opción para satisfacer cualquier antojo culinario. Y justo al final de la calle, comienza el sendero para ciclismo y caminatas, serpenteando a través de bosques y prados pintorescos. Es el escape perfecto para aquellos que anhelaban la aventura al aire libre, ofreciendo un oasis de naturaleza virgen en medio del bullicio urbano. En la mini casa rodeada de grandes árboles de aguacate, la vida fluye en armonía con la naturaleza y la conveniencia moderna, creando un santuario único donde el tiempo parece detenerse, permitiendo a sus habitantes encontrar la calma en medio del frenesí cotidiano.