Nada mƔs llegar, la primera sorpresa negativa es que no hay ascensor y tienes que subir las escaleras con el equipaje.
Legamos el 2 de abril y no habĆa calefacción, como ni siquiera hay telĆ©fono en la habitación para contactar con recepción, tuvimos que bajar repetidas ocasiones al bar para quejarnos, ya que recepción cierra por la tarde.
La habitación dispone de una repisa donde estĆ” la televisión, pero con Ć©sta queda totalmente ocupada, no hay ni una mesa, ni papelera siquiera. Todo es muy escaso, incluso la iluminación, en la zona del armario no hay nada de luz, por la noche no se ve para coger la ropa. La ducha es inusualmente baja, mi marido es mĆ”s alto, tenĆa que descolgarla para poder utilizarla. En el baƱo no hay toalleros, sólo una repisa debajo del lavabo.
En la posada no existe una sala común donde poder estar si no quieres estar en la habitación y para el desayuno tampoco hay comedor, hay que ir a otra posada de la misma cadena. El desayuno justito en calidad y variedad.
La persona que atiende recepción es encantadora, procura hacer la estancia lo mÔs agradable posible, una gran profesional.
Cuando cobra un precio tan elevado por una habitación, los servicios tienen que estar a la altura y en este caso estÔn muy por debajo.
Ni volverƩ, ni lo recomiendo.