La puerta de la terraza abre francamente mal, al llegar el picaporte estaba roto, y al día siguiente vino un operario a arreglarlo, pero la puerta no cerraba.
La limpieza se hace en plena hora de comida o de siesta, no por la mañana, te preguntan, eso sí, pero al decirles que estábamos comiendo, y que hicieran sólo el baño, fue totalmente superficial, y no pasaron ni un cepillo al suelo.
Al segundo día de estar allí, desconectaron las TV de la wifi, con lo que no había acceso a las plataformas. Tardaron tres días en arreglarlo, el día antes de dejar el alojamiento. La wifi es inestable, y teniendo que trabajar, no es lo más cómodo. De hecho tuve que conectarme a los.datos del móvil.
Uno de los días que salimos por la mañana, dejando todas las ventanas cerradas, al volver teníamos la puerta de la terraza totalmente abierta, y en el hotel no supieron darnos una explicación.
La estancia ha sido regular, la verdad.