Lugar muy acogedor administrado por una familia, esto te hace sentir en confianza. El lugar es excelente para descanzar y olvidarse del mundo exterior, perdimos la nocion del tiempo en la noche que nos quedamos, las habitaciones tienen una practica y bonita chimenea que puedes usar y que ambienta el lugar de forma romantica, el lugar en general es muy comodo. Te ofrecen un pequeño desayuno que consiste en un rico cafe y un rico pan del lugar. Tienen un bonito gato y la gente es muy amable. Sin duda regresaria y volveria a hospedarme.
Aunque deje el coche afuera, no tuve ningun problema el lugar parece muy tranquilo.