El hotel está cerca del aeropuerto,lo elegimos por cercanía ya que el vuelo de ida llegaba por la noche.Está en un polígono industrial,pero justo al lado hay una parada de bus que te lleva a Bolonia. Los billetes de bus te los venden en el hotel,cosa de la que a priori no nos informaron habiendo preguntado en recepción sobre el uso del mismo,lo descubrimos después de haber estado pasando frío durante 15 min en la parada para que cuando llegase el bus y nos montásemos,nos indicara el chófer que necesitábamos llevar los billetes comprados.Volvimos al hotel y ya fue cuando la recepcionista nos dijo que los vendían ellos.Pues bien le pedimos billetes para ir y volver,nos dio dos y nuestra sorpresa fue que a la vuelta los metimos en la máquina y daba error,por suerte había una chica española y nos explicó que eran billetes para un solo trayecto y no de ida y vuelta y pudo explicarle al chófer nuestro problema(por culpa de la mala explicación de la recepcionista).Era el último bus de vuelta.La información que te proporcionan en recepción es escasa,ya que no hablan español.Las instalaciones están bastante antiguas.Nuestra habitación comunicaba con la contigua a través de una puerta(se ve que era una habitación familiar)y se escuchaba mucho a los huéspedes de la otra habitación.El último día el servicio de limpieza vino hasta tres veces ,habiéndole comunicado que pretendíamos dejar la habitación a las 12,incluso una de las veces entraron sin llamar.El desayuno es lo único bueno.