Muy buen lugar, es muy bonito el hotel y de estilo antiguo, la habitación era amplia con baño propio y con regadera/tina, había secadora de pelo, plancha para ropa con su mesa, tenía un pequeño frigobar. No tiene restaurante pero hay buenos lugares cerca para comer. Está muy accesible todo alrededor y me sentí muy seguro todo el tiempo, hay muchas personas caminando por las calles. La estación del BART y el Muni están muy cerca y de ahí es muy fácil moverse a donde sea. Es la segunda vez que me quedo en este hotel y no dudaría en volver a quedarme cuando vuelva de visita.