El lugar huele horrible, en la madrugada hay bastante ruido por descarga de camiones, no hay desayuno como lo indican, solo hay ponques, tinto, mandarinas y yogurth. El ascensor suena como descompuesto. La cama que nos entregaron era miniatura, no cabíamos con mi hijo, tuvimos que pagar adicional casi 60 dólares. Le falta mantenimiento a la edificación.