La propiedad está excelentemente cuidada, parece reciente. El personal, Lupita y Cristian hacen la estancia una maravilla de atención, siempre en contacto contigo y el servicio de comedor que tienen es como estar en un hogar de invitados, todo hecho en ese momento. Mi esposa y yo estuvimos solo una noche pero nos toco degustar unas deliciosas quesadillas recién hechas y el desayuno a la mañana siguiente espectacular, muy casero.
La habitación tiene una vista increíble a la Peña y aparte nos toco ver llover desde la comodidad de nuestra habitación, también vimos el espectáculo de luces. Las camas son bastante cómodas y se descansa muy bien. No hay ruido que es muy importante para algunas personas.
Lo único que pudiera criticar es que esta un poco lejos del centro del pueblo, si buscas la vida nocturna o simplemente caminar por las noches, te quedará algo lejos.
Pero para el plan relax que nosotros traíamos fue una excelente y placentera estancia.