Hotel típico balines muy bonito. El personal resulta un poco agobiante porque intentan en tus momentos de relax o desayuno, "vender" masajes, cenas privadas, etc..El hall y bar siempre están a tope por el wifi ( en las habitaciones no hay), sólo con un par de ventiladores y alguna cucaracha perdida que te cae de arriba o por abajo, en el check-in un poco más..y hay que poner hasta el currículum!, si volviera a la zona elegiría uno más actualizado y con más deferencias al cliente. Si resulta tu elección, mejor la habitación en planta alta, por la privacidad y los bichos!..