Nos encantó, la propiedad estaba divina, acogedora y las personas muy amables, siempre pendientes por cualquier necesidad, te reciben con una bebida y una botana de cortesía, nos encantó y definitivamente si volvemos, llegaríamos a este mismo hotel, sorprendentemente no se escucha mucho el ruido de afuera y eso que estamos a la par de Provenza, nos gustó demasiado