El hotel está completamente nuevo, impecable.
Está fuera de la zona de parquímetros, por lo que se puede ir con coche y aparcar muy cerca.
Está a 10 minutos de una boca de Metro y a unos 15 de las lineas de tranvía, por lo que dejando el coche aparcado, es fácil moverse en transporte público.
Andando se tarda unos 30 ó 40 minutos en llegar al centro de Marsella. Bajar al centro de Marsella puede ser un paseo y volver se puede hacer en transporte público.
A 10 minutos andando hay supermercados donde comprar lo necesario para cenas ligeras y desayunos.
Solo hay WIFI en el hall.
Si volviera a Marsella, repetiría hotel, creo que el balance es muy bueno.
Llegamos tarde por la noche y cerca no había ya nada abierto para tomar algo, eso supuso un problema. Como tiene cocina, o se tiene la precaución de llevar ya algo o se llega temprano.
Lo único negativo que podría decir, es que el suministro de productos de baño es escaso.