Despierta con el canto de las aves del Lago Victoria y comienza el día con una caminata o sesión de ejercicio junto a la playa.
Disfruta de atardeceres inolvidables desde el chiringuito, con una cerveza fría en la mano y la brisa del mar acariciando tu rostro.
Mientras tanto, los más pequeños podrán divertirse en un entorno seguro dentro de la urbanización cerrada, siempre a la vista desde tu terraza privada.
¡Un lugar perfecto para relajarte, desconectar y crear recuerdos inolvidables!