El hotel está a pocos metros de la Piazza Magiore, sin embargo, en una calle muy tranquila a pesar de tener varios restaurantes y comercios en la misma calle.
Nuestra habitación no era muy grande, pero para una cama (King size), un armario, una mesa con su silla, un banco y dos mesillas de noche, más que suficiente. El baño también estaba bien.
En cuanto al personal del hotel, el trato fue exquisito. Tanto los recepcionistas como el personal de la cafetería- restaurante. dicho restaurante, se llena los fines de semana por lo propios boloñeses, por lo que es muy recomendable hacer reserva y degustar sus platos.