La recepción fluida y muy profesional. La habitación triple ( éramos tres hombres adultos),excelente, limpia y confortable, con gentilezas abundantes: agua, manzanas frescas, cápsulas de café, etc. especial mención gratificante la posibilidad de una ducha gratuita , cambiar ropa para un vuelo al otro hemisferio, luego de haber entregado llaves , en día tórrido de verano barcelonés. La ubicación excelente, en centro histórico ,a 200 mts de la Rambla, “ caminable” la distancia para visitar los edificios e iglesias iconicas de Barcelona . Lo recomendamos sin hesitar y volveríamos