El hotel el maravilloso para desconectar en pareja, las instalaciones te hacen sentir como en casa desde la habitación hasta la comida ( la cocina que hacen está muy buena) es un 10/10. El personal es maravilloso
en especial María, es encantadora y muy dulce.
También la gente que trabaja en el salón de comida.
Si tuviese que poner alguna pega sería a la orientación de la habitación que nos tocó, daba a la calle principal y desde la ventana la gente te ve, tenía que estar la cortina pasada.