Viejo cubierto de la era donde se guardaba el maíz y la patata producida en la Quinta. En los años noventa fue rehabilitado como casa de huéspedes, donde se respetó el granito y la madera, en la decoración se recuperaron muchas de las antiguas piezas del mobiliario familiar, que recordará a muchos la casa de los abuelos.
Hoy rodeada de densa vegetación, ofrece a los viajeros un tranquilo y acogedor refugio. Donde se destaca la magnífica eira en granito, lugar ideal para disfrutar de un buen Vino Verde. Casa en piedra tradicional donde en invierno se enciende la salamandra, pero que en los días de verano se abre a la piscina.
En el piso de abajo una sala silenciosa, de ambiente familiar para estar tranquilamente a leer, escribir a los amigos por Internet o ver la televisión, se conecta con la cocina completamente equipada y preparada para elaborar cualquier comida. Una zona de convivencia abierta al exterior.
En el piso de arriba dos dormitorios, uno de matrimonio otro con dos camas, zona más recatada para descanso, donde encontramos una biblioteca con novelas, cuentos, guías para los viajeros y mucha literatura infantil y juvenil. Junto a la biblioteca el cuarto de baño, original en la decoración y el ambiente, con ventana y vistas a los campos.