Nos encantó todo en este hotel, la propiedad en sí está increíble, los patios, restaurantes y todo el edificio en sí es muy bonito, conserva la parte histórica de un monasterio antiguo pero por dentro está remodelado y ofrece unas instalaciones modernas con cuartos amplios y cómodos, la ubicación nos parecio muy buena, cercana al puerto, solo tienes que caminar unos cuantos metros para llegar con tu equipaje y tomar el water bus ya sea al aeropuerto o la estacion de tren, la zona es tranquila, se siente mas auténtica, el ambiente del hotel nos encantó, muy relajado y ves gente de todas las edades pasando un buen rato, el desayuno completo y bueno, todo nos gusto, gracias!