Tras llegar y ver el apartamento decidimos no hospedarnos aún siendo las 22h y viajar con 3 niños. La habitación olía fatal, estaba absolutamente sucia, tenía una luz muy pobre, camas viejísimas en las que te hundes, la cocina sucísima que no daba ganas d cocinar nada, el sofá lo mismo, las sillas manchadas de dedos de los miles de huéspedes que habrán pasado por allí. Los pasillos hasta llegar al apartamento larguísimos de paredes sucias y olor a pescado, daba la impresión de estar en una finca gigante y pobre de un suburbio del Bronx. Nunca más. No