Excelente ubicación, justo frente a la estación de trenes y a un lado de la estación de metro. Limpio, el aire acondicionado funcionaba perfecto, el personal de recepción siempre muy amables. La estancia fue tranquila a excepción de la gente que se reúne en la esquina del hotel, no tienen nada que ver con el hotel pero es lo único que no nos gustó, porque se ven sospechosos y hasta cierto punto me sentí expuesta al pasar por ahí ya que todos los días ahí se reúnen desde temprano.